Investigadores del Instituto de Investigación Scripps (TSRI, en sus siglas en inglés), en La Jolla, California, Estados Unidos, han identificado una serie de compuestos (uno de los cuales, la benztropina, en principio usada para el Parkinson) que se pueden usar para tratar la esclerosis múltiple (EM). La gran diferencia entre estos nuevos compuestos y las terapias usadas hasta ahora estriba en que estas últimas son inmunosupresoras, es decir atacan o compiten contra tu propio sistema inmune. Sin embargo estos nuevos compuestos provocan la formación de una población de células progenitoras que pueden reparar las fibras nerviosas dañadas en Esclerosis Múltiple.
Al parecer estos fármacos presentan efectos secundarios muy relacionados con la dosis y esa es, ahora, el reto demostrar su eficacia con una dosis segura en pacientes humanos con Esclerosis Múltiple.
Si queréis ver más datos, os dejo este ENLACE.
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